¿Un cáncer dulce y de género?
Científicos de la Universidad sueca de Umea relacionan, tras un extenso estudio, el desarrollo de determinados tumores en mujeres con el consumo elevado de azúcar
Un polémico estudio de la Universidad sueca de Umea relaciona el elevado consumo de azúcar con la aparición de determinados cánceres en las mujeres. La evaluación se ha realizado con 65.000 mujeres de entre 40 y 60 años de edad. Los excesos en el consumo de azúcar, según el estudio, se podrían traducir en un aumento del riesgo de desarrollar un tumor de páncreas, piel, útero y conducto urinario de hasta un 26 por ciento.
Oviedo, J. N. Una reciente investigación realizada por científicos de la Universidad de Umea, en Suecia, indica que las mujeres con altos niveles de azúcar en la sangre corren mayores riesgos de contraer cáncer. El vínculo se ha establecido entre el nivel elevado de azúcar en la sangre y el cáncer de páncreas, piel, útero y conducto urinario. El estudio coincide con otras investigaciones que relacionan las comidas con altos niveles de grasa y carbohidratos, con los riesgos de contraer cáncer de mama. Del conjunto objeto de investigación, las mujeres que obtuvieron las lecturas más altas de niveles de sangre tienen un 26 por ciento más de probabilidad de contraer cáncer que aquellas que obtuvieron las lecturas más bajas. La nueva evaluación forma parte de un estudio de salud en Suecia conocido como el «Proyecto de Intervención Vasterbotten». Efectivamente, a mediados de la década de los ochenta, se inició un estudio sobre 65.000 mujeres entre 40 a 60 años de edad. La evaluación duró 13 años, y en ese período se detectaron 2.478 casos de cáncer. Como se vio, aumentaban los casos de hipoglucemia -niveles inusualmente altos de azúcar en la sangre- con la edad. Par Stattin, director de la investigación, cree ahora que «las estadísticas muestran un riesgo significante en las mujeres, más no así en los varones». Aparentemente, los niveles altos de azúcar en la sangre de los hombres los protegen del cáncer de próstata, pero no de manera significativa. Aunque parezca una idea simple, mantener un peso saludable puede marcar la diferencia a la hora de la prevención del cáncer. Por su parte, Greg Martin, director en Gran Bretaña del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer -institución que ha financiado el estudio- ha considerado que los resultados «son preocupantes e importantes porque si las mujeres están al tanto de los hechos, van a estar más motivadas en cambiar su estilo de vida si sus niveles de azúcar son elevados». Martin destaca que «se pueden reducir esos niveles con una dieta balanceada, compuesta de muchos vegetales y fruta, y manteniendo un peso saludable. Sabemos que se pueden prevenir hasta un 40 por ciento de casos de cáncer con este tipo de estilo de vida saludable, así que ésa es otra razón para que la gente haga esos pequeños cambios que pueden significar una gran diferencia». Sin embargo, expertos en diabetes han rechazado los resultados del estudio indicando que se necesitan más evidencias para poder confirmar la asociación entre el azúcar y el riesgo de cáncer en las mujeres. Páncreas En un estudio realizado entre 1997 y 2005 en el que participaron cerca de 78.000 personas, investigadores del Instituto Karolinska en Suecia encontraron que un elevado consumo de azúcar y alimentos azucarados aumenta considerablemente el riesgo de padecer cáncer de páncreas. Se supone que el incremento en la producción de insulina causada por el azúcar desataría la enfermedad. El consumo frecuente de azúcar produce un aumento de su nivel en la sangre lo que aumenta la demanda de insulina. El páncreas es la glándula encargada de la secreción de insulina. Algunos modelos indican que el consumo diario de dos o más bebidas gaseosas o azucaradas aumenta en un 90 por ciento las probabilidades de desarrollar cáncer de páncreas y que las personas que, al menos cinco veces al día, añaden azúcar a lo que comen o beben aumentan en un 70 por ciento las probabilidades de desarrollar cáncer de páncreas. Un factor que pudiera ayudar a reducir el riesgo es un consumo adecuado de vitamina D. En un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad de Harvard se encontró que consumir al menos 400 unidades de vitamina D al día reduce el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas en un 43 por ciento.
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